El golpe final
Cuando me recobré ya era otra. Eso fue lo que ocurrió. Yo aguardaba a que prosiguiera, dijo cautelosamente: Fue como haber batallado mil peleas en una sola. Confiaba en que todo saldría bien. Tenía plena seguridad de ello. Sin embargo, cuando menos me lo esperaba ella vino directo a mi, a una velocidad que no pude detener. Mi cuerpo y mi mente se desplomaron, derrumbándose en milésimas de segundos. El olor del asfalto era sinónimo de una derrota inminente. Haber conocido a mi adversario hizo que mi coartada cambiara de una vez para siempre.
Natalia Samburgo
Manos
Manos que acompañan,
Que pintan, que bailan,
Que recorren, que sanan,
Que cuidan, que aman,
Tus manos y las mías
Por siempre entrelazadas.
Cuando mis manos y las tuyas
No dancen en el agua,
No es que ya no quiera,
Es que están cansadas.
Natalia Samburgo

Montañas y pastizales, distintos verdes, no hacían otra cosa que mencionar lo vivido.
Ser puntual ya no importaba…las horas: sólo recuerdo.
Cuando su ánimo estaba caldeado corría sin rumbo y la esbelta figura se desvanecía en un paisaje, infinito.
Natalia Samburgo
Hola, Natalia...Me gustaron los relatos breves. Saludos.
ResponderEliminarGustavo
Que bueno que te hayan gustado!
ResponderEliminarHola Natalia, mi nombre es Natalia Samburgo. Perdón que te escriba por este medio, pero me gustaría contactarte para ver si tenemos algún familiar en común. Gracias y saludos
ResponderEliminar